La música de Charli XCX y la arquitectura tienen más en común de lo que en verdad a primera vista parece; en este artículo, exploramos cómo algunas de las vibrantes canciones de Brat, uno de los mejores álbumes del 2024, conectan con algunos de los edificios más impresionantes del mundo, y a su vez; exploramos los paralelismo entre su música y la arquitectura.
Así que, ponte los audífonos y acompáñanos en esta rara narrativa donde la música y la arquitectura se unen bumpin' that...
360
Al igual que Charli, empezamos con el primer sencillo del álbum, titulado "360". Este single se presenta como una mezcla de electro experimental y pop comercial; con él, se nos introduce al universo de Brat. Junto con "Guess", es quizás una de las canciones más accesibles del álbum. La canción evoca una energía vanguardista con sonidos experimentales pero amigables, presentando distintos matices desde el inicio, sonidos que se mantendrán a lo largo de los diferentes sencillos. Para este tema, que se sitúa en un espacio entre lo disruptivo y lo accesible, uno de sus mejores símiles en arquitectura es la Fondation Louis Vuitton en París. Diseñada por Frank Gehry e inaugurada en 2014, esta obra es el complemento perfecto para la vibra de la canción. Con sus formas fluidas y escultóricas, rompe con las normas tradicionales, pero al ser presentada con volúmenes que combinan ángulos cerrados y aristas curvas, la estructura resulta tanto amigable como sorprendente. Tanto Charli como Gehry llevan los límites de su arte al máximo.
La canción habla de movimiento, impacto y estilo, algo que también se encuentra en la Fondation Louis Vuitton. El edificio parece estar en constante movimiento (al igual que los primeros sonidos de la canción), y sus paneles de vidrio curvados dan la sensación de que la estructura está viva, tal como Charli se describe en su letra: "I'm tectonic, moves, I make 'em". Este dinamismo arquitectónico refleja la energía de la canción, donde la autoexpresión y la fuerza personal son temas clave.
Además, la canción enfatiza el estilo icónico y la presencia internacional, algo que la Fondation Louis Vuitton también representa. Con su diseño innovador, se ha convertido en un símbolo global de moda, arte y exclusividad. Las superficies de vidrio reflejan el entorno de maneras sorprendentes, distorsionando y transformando la percepción, lo que recuerda a la letra de Charli sobre verse a sí misma en los demás y cuestionar identidades.
Gehry conceptualiza sus proyectos como algo más que espacios funcionales; para él, un edificio debe provocar una experiencia emocional en sus visitantes. Un ejemplo claro de su proceso es su uso experimental de materiales: desde el titanio en el Museo Guggenheim de Bilbao hasta el vidrio en la Fundación Louis Vuitton, donde cada material es cuidadosamente seleccionado no solo por su resistencia o estética, sino también por su capacidad de jugar con la luz y reflejar el entorno, creando un vínculo entre el edificio y su ubicación.
Frank Gehry es conocido por su carácter curioso y rebelde, cualidades que lo han llevado a romper esquemas desde sus inicios en la arquitectura. Aunque su éxito lo ha convertido en una figura influyente, Gehry mantiene una actitud humilde y crítica hacia los clichés del "arquitecto estrella", siempre fiel a una visión creativa que explora y reinventa sin temor al error. Su proceso creativo refleja esta personalidad libre y persistente: una experimentación constante, abierta a nuevas ideas y técnicas. Este espíritu de exploración conecta perfectamente con 360 de Charli XCX, una canción que sugiere un movimiento continuo y una búsqueda incesante de perspectivas. La letra y el ritmo, con su energía rotatoria y sin pausa, resuenan con las estructuras de Gehry, que fluyen como esculturas en constante cambio, siempre adaptándose y mostrando algo nuevo, tal como lo hace la música de Charli en su expresión de emociones que dan vueltas, regresando una y otra vez a puntos familiares desde ángulos distintos.
Charli XCX, al igual que Frank Gehry en su enfoque arquitectónico, podría canalizar su audacia y libertad creativa en 360, creando una canción que desafía las normas y se desarrolla en capas y ángulos. En lugar de seguir una narrativa lineal, Charli podría concebir 360 como un espacio musical que invita al oyente a explorar una gama de emociones en constante evolución, reflejando las torsiones y fluidas formas de Gehry. Así, en este recorrido sonoro, no solo se narran historias de amor o desamor, sino que se construye un ambiente donde los sentimientos resuenan desde múltiples perspectivas, capturando la esencia del dinamismo y la libertad que ambos, Charli y Gehry, aportan a su arte.
Club classics
When I go to the club, I wanna hear those club classics...
En esta canción, podríamos cuestionarnos sobre una arquitectura que sea, básicamente, como el nombre sugiere, clásica. Sin embargo, si retrocedemos a la arquitectura conocida como clásica, es más que seguro que vendría a la mente una composición de Beethoven o Bach. El Berghain, un edificio que data de 1954 y que, desde 2004, es un icónico club en Berlín, resulta ser la combinación perfecta entre música vanguardista y arquitectura industrial. Este recinto es una meca para los amantes de la música electrónica y el techno. Con un diseño industrial, un exterior austero y monumental, el edificio contrasta con la euforia que se vive en su interior. Al igual que la canción Club Classics de Charli XCX, el Berghain es un espacio que celebra la energía cruda y la libertad de expresión. La letra de la canción evoca una sensación de diversión y liberación, algo que los asistentes encuentran al sumergirse en las pulsaciones de la música en este lugar. Además, el ambiente inclusivo del club resuena con el mensaje de la canción, donde cada uno puede ser quien quiera ser, sin juicios. En este sentido, el Berghain no solo es un club, sino un refugio donde la música y la comunidad se entrelazan, proporcionando un espacio para la autoexpresión y la conexión.
El Berghain, considerado un club clásico de Alemania, es conocido por su compromiso con la música de calidad, albergando a una variedad de artistas que interpretan tanto nuevos lanzamientos como aquellos temas atemporales que han hecho vibrar las pistas de baile durante décadas. Charli refleja esta nostalgia en su letra, al querer revivir momentos musicales que evocan una profunda conexión emocional y comunitaria: "Put your hands up and dance, I’m gonna dance all night." En el Berghain, esa conexión se traduce en la experiencia compartida de bailar al ritmo de clásicos y contemporáneos, donde cada set es una celebración del pasado y del presente.
Así, tanto la canción de Charli como la atmósfera del Berghain celebran la importancia de los clásicos en la cultura de club: son esos temas que nunca pasan de moda y que, al igual que el propio club, han ayudado a definir el paisaje musical nocturno. La repetición del deseo de Charli por esos "club classics" es un eco de la historia y la herencia que el Berghain representa en la música electrónica, creando un espacio donde los asistentes pueden perderse en el ritmo y el momento, conectando con la música que ha dado forma a sus vidas y a la cultura del club.
Sympathy is a knife
Para la canción "Sympathy is a Knife" de Charli XCX, que explora temas oscuros como la inseguridad, los celos y la autocompasión, el edificio que mejor lo representa es The Bruder Klaus Field Chapel en Mechernich, Alemania, diseñado por Peter Zumthor.
Completada en 2007 en Rippoldsau-Schapbach, Alemania, es una obra maestra de la arquitectura contemporánea que rinde homenaje a Bruder Klaus, un santo católico conocido por su vida austera. Su diseño único, que recuerda a un tronco de árbol, se realiza con concreto moldeado mediante un encofrado de troncos, creando un interior rugoso que evoca la naturaleza circundante. Este espacio íntimo y acogedor está iluminado por suaves aberturas que invitan a la meditación y la reflexión, reflejando la conexión espiritual con el entorno. La capilla se ha convertido en un símbolo del enfoque de Zumthor en la experiencia sensorial y emocional del espacio, ofreciendo a los visitantes un lugar para detenerse y apreciar la belleza de lo simple y lo natural, consolidándose como un referente en la arquitectura contemporánea.
El estilo de Peter Zumthor en la Bruder Klaus Field Chapel es una exploración sensorial y emocional, lograda a través de formas y materiales primordiales. Al moldear concreto sobre troncos, crea un interior áspero y envolvente, donde la luz que filtra desde el techo potencia la atmósfera de introspección. Zumthor busca que la arquitectura se experimente íntimamente, logrando un refugio en el que los visitantes puedan conectarse con una espiritualidad serena en medio de la naturaleza al igual del sentimiento que nos deja Charli en este sencillo.
La relación entre “Sympathy is a Knife” y la arquitectura de Peter Zumthor, especialmente en proyectos como la Capilla Bruder Klaus, se centra en una conexión profunda con la experiencia de la vulnerabilidad. La capilla, con su interior austero y formas primitivas, está diseñada para provocar una respuesta emocional, al igual que la canción de Charli XCX explora cómo los sentimientos pueden desgarrar. Zumthor utiliza materiales ásperos y un espacio interior estrecho y oscuro que se abre hacia la luz en un acto de revelación y contención, capturando una metáfora similar a la letra de Charli: tanto la empatía como el espacio pueden ser lugares de refugio y, al mismo tiempo, de dolor. Este equilibrio de austeridad y revelación en la capilla se asemeja a la línea de la canción, donde la empatía puede actuar como un “cuchillo”, siendo una fuerza poderosa para abrir tanto heridas como experiencias emocionales profundas.
La canción está llena de emociones crudas, con una sensación de aislamiento interno y una batalla con uno mismo. La Bruder Klaus Field Chapel, encarna ese sentimiento de introspección profunda y conflicto interior. El edificio es una estructura simple, de forma triangular y materiales naturales, pero su interior es oscuro y casi claustrofóbico, evocando la sensación de estar atrapado con tus propios pensamientos, tal como Charli expresa en la canción: "I feel all these feelings I can't control."
Von dutch
Este sencillo es transgresor y apabullante; por lo cual, un edificio que encaja perfectamente con el estilo de "Von Dutch" es el Museo Soumaya en la Ciudad de México, especialmente la sede de Plaza Carso. Este edificio, diseñado por el arquitecto mexicano Fernando Romero, es una obra escultórica única que se eleva sobre el terreno, llamando la atención desde cualquier punto de vista y dejando una impresión poderosa.
El Soumaya destaca no solo por su ubicación prominente en una zona exclusiva, sino por su exterior brillante y ondulante, cubierto de paneles hexagonales que capturan y reflejan la luz de maneras impredecibles. Con su estilo excéntrico y monumental, el museo encarna un aire de exclusividad y misterio, similar a la actitud provocadora y desinhibida de "Von Dutch." La estructura parece flotar, irradiando una presencia indiscutible, muy acorde con el sentimiento de superioridad y autoconfianza que Charli XCX expresa en la canción.
Rewind
La Fondazione Prada en Milán es un espacio donde el pasado y el presente se encuentran, capturando la nostalgia de lo antiguo con la frescura de la modernidad. Inicialmente una destilería construida en 1910, esta estructura industrial fue reimaginada en 2015 por el renombrado arquitecto Rem Koolhaas y su firma, OMA, para convertirse en un referente del arte contemporáneo. En este rediseño, los edificios originales de concreto y ladrillo se mantienen, pero se complementan con nuevas estructuras de vidrio, acero y hasta una torre dorada, creando una mezcla vibrante y compleja. Este espacio evoca una atmósfera de "presionar rebobinar" en la historia, donde cada rincón del lugar parece invitar a recordar el pasado mientras se vive en un entorno actual.
La Fondazione Prada logra un equilibrio visual único que se adapta a la exploración del arte moderno en un contexto cargado de historia. La intervención de Koolhaas transforma la nostalgia industrial en una experiencia de museo contemporáneo. Este contraste, entre pasado y presente, provoca en el visitante una percepción renovada del tiempo y la cultura, donde cada edificio histórico parece recobrar vida al relacionarse con el diseño vanguardista.
365
Charli XCX es conocida por su estilo musical audaz y su personalidad extravagante, y en "365," esta energía se multiplica, convirtiéndose en una declaración de pura intensidad y exceso. La canción combina una atmósfera de fiesta desenfrenada con un ritmo que vibra en cada repetición de la frase "bumpin' that," evocando una atmósfera sin límites y una vida sin pausas. Al mismo tiempo, esta canción encuentra un paralelo sorprendente en el Centre Pompidou de París, un ícono de la arquitectura moderna diseñado por Renzo Piano y Richard Rogers. El Pompidou no solo revolucionó el mundo de la arquitectura por su diseño expuesto y su estilo industrial, sino que también, al igual que "365," se trata de una celebración de la intensidad y la libertad sin restricciones.
"365" es una canción que desde su inicio nos sumerge en un ritmo constante y contundente. Las palabras de Charli XCX, "When I'm in the club, yeah, I'm bumpin' that," nos dan una pista de lo que está por venir: una fiesta incesante, una noche sin final en la que el baile y el ritmo ocupan el centro de la experiencia. Con frases como "Push my hair back, I look hot when I'm bumpin' that" y "No, I really don't stop when I'm bumpin' that," Charli nos lleva al corazón de una vida sin frenos, una vida en la que cada momento es intensamente vivido y celebrado.
Esta intensidad no solo se percibe en la letra, sino también en la producción sonora. Cada nota y cada repetición en la música subrayan esta atmósfera de no parar, de vivir cada segundo como si fuera el último. La canción se convierte en una especie de manifiesto de la juventud, la libertad y el exceso, donde cada golpe del bajo parece replicar el latido acelerado de una noche de fiesta. "365" evoca la sensación de estar en un lugar lleno de energía y emoción donde las normas se rompen y donde el tiempo parece detenerse. Aquí es donde encontramos el paralelo perfecto en el Centre Pompidou, una estructura que desafía las convenciones de la arquitectura tradicional y que parece "bumpin'" en sí misma.
Ubicado en el corazón de París, el Centre Pompidou es uno de los edificios más singulares e icónicos del mundo. Desde su apertura en 1977, se destacó por su diseño radical que desafió todas las expectativas de lo que un centro cultural y museo debería ser. Renzo Piano y Richard Rogers crearon un edificio en el que las tuberías, las escaleras mecánicas y los ductos están al descubierto y pintados en colores llamativos, una elección visual que transmite una sensación de energía y movimiento constante. Así como la canción "365" de Charli XCX, el Pompidou no sigue ninguna norma tradicional y presenta una estética de exceso y audacia.
Al igual que Charli en "365" nos habla de ser una "party girl" que nunca se detiene, el Centre Pompidou es una estructura que no se contiene, que expone todos sus elementos técnicos y funcionales, y que no intenta ocultar ni suavizar nada. Es un edificio que muestra una actitud audaz y que invita a quienes lo visitan a desafiar sus propios límites. La elección de exponer elementos como tuberías y ductos, típicamente ocultos en otros edificios, refleja la idea de vivir sin ocultarse, sin miedo a mostrarse tal como se es. Esto resuena con el espíritu de Charli en "365," donde la artista se presenta sin filtros y sin reservas.
La repetición en "365" de la frase "bumpin' that" crea una especie de mantra rítmico que da vida a la canción. Este ritmo imparable, que va de la mano con una vida sin pausas y una energía inagotable, encuentra un equivalente visual en la estructura modular del Centre Pompidou. Las líneas de colores que marcan el edificio y las tuberías que recorren toda su fachada parecen bailar y vibrar al ritmo de esta canción. Al igual que Charli, el Pompidou emite una energía vibrante que atrae a cualquiera que esté dispuesto a experimentar algo fuera de lo común.
La estructura parece estar en constante movimiento, gracias a la forma en la que sus elementos están dispuestos. Las escaleras mecánicas que recorren el exterior del edificio ofrecen una experiencia visual única, dándole a cada visitante una sensación de ascenso y aventura. Esta idea de ascenso, de movimiento, encaja perfectamente con los versos de Charli: "Gonna jump when it drops when I'm bumpin' that." En el Pompidou, al igual que en "365," hay una expectativa de algo emocionante que está a punto de suceder, y esa sensación mantiene la adrenalina alta, como en una fiesta sin fin.
En conclusión, "365" de Charli XCX y el Centre Pompidou son más que una canción y un edificio; son declaraciones de intensidad, de no detenerse ante nada y de celebrar la vida en su máxima expresión. La energía vibrante de "365" se refleja en el diseño innovador del Pompidou, donde cada detalle arquitectónico es una invitación a experimentar algo nuevo y emocionante.
Guess
De esta canción sólo puedo decir que es tan buena que debería ser ilegal.
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