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08 de abril de 2024

Brigitte Yépez.

El metro de CDMX es mío!

Un regalo para la cosmopolita María Félix.


Hoy 8 de abril, recordamos que: Hay una eterna diva que se sostiene grácil en las sombras, su espíritu ardiente desafía al tiempo y al olvido. Admiradores y sobre todo ella misma, se han encargado de que su leyenda permanezca, como un eco de pasiones pasadas que nos alcanza aún en el presente, el nombre e imagen de María Félix permanece como una invocación a la pasión, y la rebeldía; y su legado como un fuego que nunca se extingue, aviva las llamas de los corazones de quienes la aluden. 

La Diva de México, vivió su vida, así como de una de sus novelas se tratase, y en el escenario del amor ella siempre fue la protagonista de un drama apasionado. De cierta manera, podemos decir que la mayoría de las relaciones amorosas de La Doña, tuvieron en común hombres relacionados con el mundo del arte, ya sea la actuación, la música, la pintura o el mundo del maquillaje. Pero es con el francés Alexander Berger, su tercer esposo, con quién María alcanza más sofisticación y elegancia, al exponerse a la aristocracia francesa, refina el gusto por la colección de objetos, el arte, la pintura y las finas joyas. Pero lo que más resaltaba en Félix era esa personalidad fuerte, determinada, seductora, independiente y liberal, que no le fue indiferente a Berger quien sabiendo como era ella y cómo añoraba el desarrollo de su tierra, le advirtió: “Tú que quieres tanto que tu país progrese y sueñas con eso, y eres tan farolona y te gusta lo fabuloso, ahí te va un regalo’, nada menos, el Metro de la Ciudad de México.” A lo que María respondió con una carcajada, sin embargo su entonces esposo no faltaba a la palabra que daba. Es así cómo, el cuarto esposo de La Diva de México se convirtió en el alma del proyecto, siendo de gran ayuda su nacionalidad, el banquero fungió como intermediario entre México y Francia para lograr un financiamiento del proyecto a través de un préstamo al país del amor.

El 19 de junio de 1967 inició la construcción, la obra civil y electromecánica fue cedida a Grupo ICA, que llevó a cabo en 40 meses con 2,530 millones de pesos de inversión. Más tarde el 4 de septiembre de 1969 se inauguró la primera línea, la rosa, que va de Observatorio a Pantitlán. Así Berger cumplió la promesa de magno regalo a la actriz en señal del amor que sentía por ella, quien manifestó en ciertas ocasiones que el maravillo metro de la ciudad de México, era suyo porque se lo había regalado su marido. Sin embargo, el metro de la ciudad de México no es la primera obra que nace producto del amor de dos seres humanos alrededor del mundo. Es más, las obras de infraestructura siempre han sido una opción para expresar amor de ciertas personas que se lo han podido permitir, obras que con el tiempo se han convertido en lugares muy visitados y que se originaron como monumentos al amor como por ejemplo el más popular de todos; el Taj Mahal en la India, Petit Trianon, de Versailles en Francia, Castillo de Coral en Miami, el templo Kodai- ji en Japón, Tumba de Humayun en India, etc.